La Producción Integrada está regulada mediante normativa gubernamental, en el Real Decreto 1201/2002, de 20 de noviembre (BOE núm. 287, del 30 de noviembre de 2002).
Posteriormente diversas comunidades autonómicas definen Reglamentos Genéricos y Específicos para cada cultivo, consensuados por todos los entes afectados (Administración, Investigadores, Asociaciones de Técnicos Agrícolas, Representantes de Agricultores, Organizaciones Agrarias, Colegios profesionales agrarios, etc.). Estos reglamentos definen las normas técnicas que regulan el proceso productivo además de los procesos de transformación industrial. Para ello se definen normas obligatorias, prohibidas y recomendadas, que deben cumplir los productores para tener derecho al uso de una marca de garantía o logotipo de calidad “Producción Integrada”.
Muchas de estas prácticas, requieren de un conocimiento técnico y sistemas de medición que obligan a hacer un seguimiento periódico de la explotación. Para facilitar que esto se lleve a cabo de modo óptimo, se crean Agrupaciones de Producción Integrada (APIs) que tienen que cumplir unos requisitos determinados:
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Contratar un Servicio Técnico compuesto por Técnicos titulados en Producción Agraria y con cursos específicos en Producción Integrada en cada uno de los cultivos, ya que muchas de estas prácticas, requieren de un conocimiento técnico y sistemas de medición que obligan a hacer un seguimiento periódico de la explotación.
- Los agricultores se comprometen a cumplir con las indicaciones del Servicio Técnico, que en todo momento, deben estar de acuerdo con el Reglamento de Producción Integrada.
- Es necesario contratar una empresa certificadora acreditada por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), con el fin de supervisar, auditar y certificar que todo el proceso productivo se ha realizado de acuerdo con dicho Reglamento. Dicha entidad, realiza al menos una vez al año sin previo aviso, una visita de inspección a las explotaciones e instalaciones. En el caso que en este control se detectase una irregularidad la entidad de control propone las medidas provisionales o correctoras así como los plazos para solventarla.
Una vez superado el control y certificación de los productos obtenidos, elaborados y envasados bajo las técnicas de Producción Integrada pueden ser etiquetados y diferenciados bajo la marca de Producción Integrada con el logotipo de identificación de garantía de la Comunidad Autónoma donde se ha producido.
Finalmente, el consumidor tiene la garantía y la seguridad de obtener un producto de máxima calidad certificado y elaborado con técnicas respetuosas con el medio ambiente, respondiendo así a las exigencias del propio consumidor.