El funcionamiento de la API Alcalá Sierra Frailes se basa en los siguientes pasos:
Como primer paso el Servicio Técnico es el encargado de, además de documentarse, realizar las tomas de muestras de suelo, hojas y aguas para conocer el estado nutritivo de los olivares. De esta forma ofrece un asesoramiento de manera general o individual a cada socio, planificando la fertilización de cada campaña.
Los técnicos seleccionan una serie de parcelas representativas de toda la zona de actuación, donde se colocarán las estaciones de control de plagas y enfermedades. En estas parcelas se colocan trampas, para realizar semanalmente los conteos y muestreos de todo lo que aparece en el olivar, enviando además estos datos a la Red de Alerta e Información Fitosanitaria que puede ser libremente consultada en la página de la Consejería de Agricultura y Pesca.
Una vez superados los umbrales de tratamiento, desde la oficina, se envía inmediatamente un sms a todos los teléfonos móviles de los socios que tengan sus parcelas afectadas, indicándole como deben actuar. De esta forma se indica a los agricultores los momentos en los que tienen que realizar algún tipo de tratamiento o actuación frente a cualquier plaga o enfermedad. Es prioritario la baja utilización de productos fitosanitarios, por lo que frente a cualquier plaga o enfermedad se utilizará cualquier otro sistema de control que siendo eficaz, minimice el impacto medioambiental, de tal forma que en ultimo extremo se utilizarían productos fitosanitarios, y siempre los de menos toxicidad dentro de los autorizados en el Reglamento.
Una vez avisados los agricultores, contactan con los técnicos del API, para recibir las instrucciones necesarias, así como las órdenes de tratamiento.
Antes de iniciar el tratamiento, por parte del servicio técnico es revisada y calibrada la máquina de aplicación, con objeto de asegurar la máxima eficiencia y mínima contaminación.
Cuando el agricultor ha realizado el tratamiento entrega copia de sus facturas y albaranes de devolución de envases en la oficina, para así el servicio técnico cumplimentar y actualizar su cuaderno de explotación. Estos cuadernos deben estar disponibles ante cualquier control, bien por la empresa certificadora o bien por la administración.
Algunas plagas necesitan un control inmediato y generalizado en toda la zona, por lo que se solicitan, coordinan y vigilan los posibles tratamientos aéreos que se requieran.
Aparte de este trabajo realizado por los técnicos, si estos son requeridos por el agricultor por algún problema que encuentre en su explotación, éstos se desplazarán y visitarán las fincas para asesorarle sobre las posibles actuaciones.
El contacto directo entre agricultor y técnico es el motor de funcionamiento de la API.
El servicio técnico está siempre al servicio de sus asociados. Por este motivo, asiste a reuniones semanales con el Departamento de Sanidad Vegetal de la Delegación de Agricultura de Jaén, por lo que cualquier novedad en cuanto a normativa, aspectos agronómicos, posibles incidencias, etc, son conocidas de primera mano.
Toda la información obtenida en todas estas tareas, así como cambios en la normativa, es transmitida a los agricultores a través de charlas en las almazaras y cooperativas implicadas, avisos, carteles, notas en medios de comunicación, páginas web, etc, y como hemos comentado directamente por sms a sus móviles.
Igualmente se realizan cursos de poda, riego, aplicación de fitosanitarios, jornadas de manejo de suelo, corrección de chorreras, etc, con el objetivo de que nuestros olivareros se formen en todos los aspectos relativos a su cultivo.
Una vez recolectada la aceituna se transporta a la almazara, donde igualmente existe un Reglamento de Producción Integrada para la elaboración del aceite de oliva. En éste es imprescindible dejar registros de todo lo que acontece en la almazara con objeto de asegurar la trazabilidad de todas las partidas de aceituna que entran. Como puntos más importantes de este Reglamento cabe destacar aquellos que aseguran una máxima calidad del producto (máxima limpieza, separación de frutos dañados, control de temperaturas, evitar cualquier posible contaminación, etc.). Cumpliendo con este reglamento, se puede garantizar y certificar un producto de máxima calidad, que siempre será Aceite de oliva Virgen Extra, avalados por una serie de analíticas del aceite existente en las bodegas de las almazaras.
Igualmente el servicio técnico asesora a las almazaras con el objeto de cumplir con estos requisitos.Una vez superado el control y certificación de los productos obtenidos, elaborados y envasados bajo las técnicas de Producción Integrada pueden ser etiquetados y diferenciados bajo la marca de Producción Integrada con el logotipo de identificación de garantía de la Comunidad Autónoma donde se ha producido.